Durante años, hemos tenido los entrenadores, el deseo de
poder tener tiempos muertos como en el baloncesto o mas número de cambios, no
solo con el fin de refrescar jugadores
sino y sobre todo para hacer modificaciones tácticas, correcciones de
posicionamiento, cambio en algunas de las estrategias etc.
Nos decían entre otras cosas que rompería la dinámica del
juego etc, es decir lo que hace el famoso VAR, en cuanto a parar el juego y el
dinamismo de este.
El modelo del 5+1 en los cambios nos permite, si no todo, si
al menos ganar mucha flexibilidad en diferentes aspectos del plan de partido,
un ejemplo muy gráfico sería:
-Podemos plantear una presión alta, cuyo riesgo habitual es
el desgaste físico, siendo este riesgo minimizado al tener la posibilidad de
cambiar la mitad de los jugadores de campo.
- Introducir, por ejemplo, dos centrocampistas como señal
inequívoca (y ya hablada) de un cambio de sistema o ejecución muy diferentes de
jugadas ensayadas.
Para todo ello necesitamos una actividad extraordinaria por
un lado de nuestro equipo de ayudantes, en cuanto a preparar los distintos
escenarios de nuestro equipo, y contrarrestar las variaciones del contrario que
lógicamente también aumentan, todo ello significa mayor tiempo de preparación
de los partidos en la fase de análisis por un lado y de coaching a los
jugadores.
En resumen, este nuevo paradigma nos aporta al menos los
siguientes 10 beneficios.
Táctica, 5+1 cambios |